viernes, 4 de julio de 2008

Los que ven arte en el RFID

Una empresa francesa dedicada a la venta de obras de arte ha decido utilizar RFID para identificar sus obras de arte. A parte de poder ver los detalles de la obra, hacer inventariados rápidos y saber la trazabilidad de las obras por todas sus tiendas y almacenes, quieren protegerse de los robos.

Para ello, han utilizado tags activos y un protocolo de comunicación propio para controlar que sus obras están donde tienen que estar. Como era de esperar de la gente que trabaja en el arte, las antenas son de diseño y con colores, aunque esta vez las antenas no intentan llamar la antención del espectador, sino más bien pasar desapercibidas para la gente.

Uno de los problemas planteados por la empresa es la necesidad de que la etiqueta esté siempre pegada a la obra. Han solucionado este problema pegando el tag a la obra mendiante unas piezas magnéticas que, si se separan, envían una especie de alarma avisando del posible robo.

Fuente: http://www.rfidjournal.com/article/articleview/4174/1/1/

Etiquetas RFID para controlar tanques de agua

Una empresa Atlanta llamada Spring Water On Tap que se dedica a la aprovisionamiento de agua a hogares y empresas, quiere cambiar su filosofía de distribución introduciendo la tecnología RFID en sus procesos.

Al parecer, la empresa tiene problemas con el abastecimiento de agua a sus clientes, quedándose éstos sin agua. La solución que han pensado es instalar unos tanques para el almacenamiento de agua en sus clientes y controlar el nivel de agua mediante RFID. De esta forma, sabrán de forma exacta el nivel exacto de agua de los tanques y la cantidad han de llevar a los respectivos tanques.

El sistema para medir la cantidad de agua almacenada se compone unos sensores que envían señales y, dependiendo de la señal de retorno, pueden saber el nivel de agua del tanque.

Fuente: http://www.rfidjournal.com/article/articleview/4177/1/1/

lunes, 30 de junio de 2008

Nuevo tag RFID para tests de glucosa

Investigadores de la Universidad de Georgetown, en colaboración con Gentag y la Corporación Internacional de Aplicaciones Científicas (SAIC), han desarrollado un nuevo método no invasivo para medir el nivel de glucosa en sangre. El método usa parches RFID desechables para adherir a la piel así como teléfonos móviles para monitorizar los niveles de glucosa. Podría eliminar la necesidad de utilizar el método tradicional de pincharse en el dedo para medir testear la sangre de pacientes diabéticos.

La solución combina un sensor de glucosa desarrollado por SAIC y la Universidad de Georgetown y un teléfono móvil con lector RFID integrado de Gentag. El parche mediría y transmitiría los subsecuentes informes de niveles de glucosa en sangre al teléfono móvil que podría controlar también de forma inalámbrica un inyector‐dosificador de insulina.

La tecnología del parche fue inicialmente desarrollada por los profesores John Currie y Mak Paranjape del GAEL Laboratorio de Electrónica Avanzada de Georgetown) y los investigadores Thomas Schneider y Robert hite, que trabajaban en el departamento de sistemas microelectromecánicos del SAIC. El parche fue inicialmente utilizado para monitorizar el estado de los soldados en el campo de batalla.

Los parches adhesivos serán diseñados para que se pueda realizar lecturas cada hora durante un periodo de 24 horas. Además de poder usar el teléfono móvil como lector RFID, podría permitir la localización de pacientes con historial de crisis médicas relacionadas con la diabetes por parte de los servicios de emergencia.

Fuente: http://www.rfidnews.org/news/2008/06/27/georgetown‐gentag‐team‐for‐rfidenabled‐
glucose‐test/

viernes, 27 de junio de 2008

Otro sistema de alquiler de bicis con RFID

Montreal se une a la lista de ciudades que utilizan la tecnología RFID para crear un sistema público de alquiler de bicis. El sistema canadiense, lógicamente llamado PBS (Public Bike System) utiliza una serie de plataformas modulares cada una de las cuales puede albergar hasta seis bicis. Estas plataformas pueden agruparse para crear estaciones de alquiler de cualquier tamaño, adaptando la demanda de los consumidores en localizaciones específicas. De la misma manera, las plataformas pueden desensamblarse sin dejar huella. Las plataformas usan la tecnología RFID para comunicarse con un software que actualiza una página web. A través de esta web los usuarios pueden conocer la disponibilidad de bicicletas en cada estación de alquiler de la ciudad y solicitar una bici en concreto. Las bicis pueden ser alquiladas durante el tiempo que se quiera a través de la web y los pagos se realizan vía tarjeta de crédito, débito o tarjeta miembro.
Como guinda del pastel, las plataformas de alquiler se alimentan con paneles solares.

Fuente:
http://www.rfidnews.org/news/2008/06/24/another‐rfidenabled‐bike‐system/

jueves, 19 de junio de 2008

Control alimentario con RFID en un supermercado alemán

En la nueva Future Store que Metro Group (http://www.future‐store.org/fsiinternet/html/de/375/index.html) abrió en Toenisvorst, en Alemania, están llevando a cabo pruebas piloto para gestionar en tiempo real las existencias y estado de la carne fresca que almacenan en sus cámaras frigoríficas, que han bautizado como “Smart Freezers”.
Los tags RFID van en este caso integrados en las bandejas de poliuretano que contienen la carne, cada uno de los cuales se le asigna un código EPC único que identifica la bandeja en el sistema de información de la tienda, vinculándolo a la información sobre la carne que contiene. Esta trazabilidad tiene dos ventajas:
  • Cada vez que un usuario retira una de estas bandejas de los refrigeradores, se detecta su ausencia y se da de baja en el sistema. Así se puede conocer en cada momento la carencia de un tipo de carne para su reposición. Siempre habrá carne disponible para el cliente.
  • Cuando el sistema detecta que una de las bandejas de las cámaras refrigeradoras contiene carne próxima a su fecha de caducidad lanza una alarma para que sea retirada. Esto reduce la necesidad de inspecciones manuales en el control de calidad del producto.
El reto de este proyecto consiste en integrar el tag en las bandejas de forma que no afecte al ambiente higiénico que requiere la carne y el colocarlo en un lugar que permita la lectura de varios tags en bandejas apiladas.
Para este proyecto se utilizaron tags Avery Dennison AD‐222 y antenas y lectores de Impinj, colocadas éstas en las esquinas de los estantes de las cámaras refrigeradoras.

Podéis leer el artículo completo en http://www.rfid‐magazine.com/noticias/detalle.php?id=1358

lunes, 16 de junio de 2008

El lado oscuro del RFID.

Las etiquetas RFID pueden trabar en varios rangos de frecuencias según el aplicación que se les vaya a dar y según el entorno al que vayan a estar sometidos. Pero tienen sus limitaciones y sus detractores.

Las limitaciones más importantes las podemos resumir con: líquidos y metal.

Los líquidos absorben las ondas UHF (13,56 Hz) que emiten las antenas y obliga a utilizar tags HF (entre 125 ó 134,2 Hz). En esta frecuencia, el alcance de las antenas es menor, lo cual obliga a que los tags pasen más cerca de las antenas y limita la flexibilidad del sistema.
Hay algunas etiquetas etiquetas preparadas para estar cerca de líquidos, pero normalmente no se opta por este tipo de solución ya que la etiqueta suele ser más cara que los tags UHF normales. La solución que se suele adoptar es adquirir unas normas de etiquetado que permiten una lectura eficiente y una posición lo más alejada de los líquidos posible.

El malo maloso de la película. El líquido absorbe las ondas UHF, pero los metales hace que se refleje la señal y esto tiene su parte buena y mala. Por un lado, se puede utilizar como un espejo para que la señal rebote y, aunque atenuada, la señal que 'se perdería' vuelve hacia donde están los tags. Por otro, al rebotar las ondas en los metales, se crean patrones de interferencia entre las ondas que puede incluso hasta llegar anular la señal y hacer que el comportamiento de las ondas sea casi impredecible.

Por último, la suegra del RFID. Operarios y usuarios identificados con tags. Para un lugar donde la trazabilidad de las personas es por el propio bien de las personas, la tecnología se acepta. Pero, ¿y en lugares como el Metro? ¿y en casos en los que se obliga al operario de una fábrica a llevar un tag? Leo en http://www.canariaswireless.net/modules.php?name=News&file=article&sid=811 que en Madrid van a substituir el billete de papel por una etiqueta RFID. El artículo cuestiona la libertad que da al individuo el hecho de tener identificado su ubicación en todo momento. He leído también que han habido lugares donde se ha instalado RFID y el usuario no lo sabía... ¿Trazabilidad de los usuarios o libertad de los usuarios?

sábado, 14 de junio de 2008

La NASA utiliza etiquetas RFID como sensores para el estudio de hábitats fuera de la Tierra

Antes de empezar a publicar noticias, hubiera querido explicar antes cómo funciona y de qué partes se compone la identificación por radiofrecuencia. Pero esta noticia nos proporciona otro interesante ejemplo de uso de la tecnología.

La NASA estudia cómo crear un hábitat fuera de la Tierra en los que los humanos puedan vivir. Ha empezado estudiando las condiciones que se dan en una especie de 'casa inflable' en la Antártida. Esta casa inflable tiene etiquetas RFID pegadas e insertadas por las 'paredes' que funcionan como sensores transmitiendo la información a un ordenador y éste, vía satélite, hasta las oficinas de la NASA. Dentro de esta casa prefabricada esperan obtener una temperatura media de 13ºC, cuando fuera las temperaturas pueden llegar a ser de -33ºC.

Según el artículo, los motivos por los que la NASA se ha decantado por la tecnología RFID para medir las condiciones dentro de la casa inflable son principalmente la flexibilidad que proporciona la etiqueta RFID y el poco mantenimiento que necesitan. Al estar unos tags pegados y otros insertados en las paredes, no les es necesario colocar de nuevo los sensores ya que en el proceso de fabricación de la casa inflable se insertaron los tags y, además, no se ven para nada afectados cuando desinflan la casa ni cuando la transportan.

La NASA se ha decidido utilizar dos tipos de etiquetas: activas (tags con baterías) y pasivas (necesitan que las antenas les proporcione la alimentación). 40 tags activos controlan la temperatura de la casa y emiten sólo cada 15 minutos, mientras que los pasivos que se encuentran entre las paredes proporcionan la temperatura entre las paredes y la presión atmosférica.

Por último, un técnico de la NASA declara que aún no están en posición de asegurar el éxito tanto de su casa inflable como el de la tecnología RFID como sensores y aplaza su veredicto hasta Diciembre de este año.

Podéis consultar el artículo completo (en inglés) aquí: www.rfidjournal.com/article/articleview/4132/1/1/